Santa María Tonantzintla, Puebla, a 2 de septiembre. El pasado sábado 31 de agosto se inauguró el primer módulo del proyecto Tonatiuh de Agroecología Fotovoltaica, diseñado e implementado por el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), centro coordinado por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), en conjunto con pequeños productores campesinos del grupo comunitario de trabajo agrocultural “Xalitzintla por la Tierra”, pertenecientes a la comunidad de Santiago Xalitzintla, además del Colectivo Tierra de Volcanes Agrocultural y la Asociación Civil Tonelhuayotzin Nuestra Raíz.

El mismo día se formalizó un convenio de colaboración entre el INAOE y Tonelhuayotzin Nuestra Raíz A.C. El convenio fue firmado por el Director General Interino del INAOE, doctor David Sánchez de la Llave, y el presidente de Tonelhuayotzin Nuestra Raíz A. C.,  León Alberto Pérez Manzanera. Este acuerdo fortalecerá el trabajo comunitario en la Sierra Nevada de Puebla y permitirá continuar con las actividades de investigación y desarrollo tecnológico en la región.

El proyecto fue financiado inicialmente por el Conahcyt, a través del Programa Nacional (PRONACES) Energía y Cambio Climático, y su desarrollo continuó con financiamiento  de la Electron Device Society de IEEE (EDS-IEEE), con el apoyo de la doctora Patricia Guzmán, voluntaria de IEEE y encargada de la Oficina de Vinculación y Planeación Institucional del INAOE.

Así lo informó el investigador de la Coordinación de Óptica del INAOE y líder del proyecto, el doctor Ismael Cosme Bolaños, quien añadió que con este financiamiento se logró diseñar, fabricar e instalar el primer módulo en Santiago Xalitzintla en colaboración con la empresa poblana SUNPOWER CAPITAL.

Además del INAOE, en el proyecto participan las iniciativas Tierra de Volcanes Agrocultural y Tonelhuayotzin Nuestra Raíz, quienes se encargan de sostener todo el trabajo comunitario agroecológico, en conjunto con el grupo de campesinos de Xalitzintla por la Tierra.

La agricultura fotovoltaica, indicó el investigador, consiste en cultivar debajo de paneles solares. Se trata de una iniciativa reciente que tiene gran auge a nivel internacional porque permite que las plantas solares se utilicen además como tierras de cultivo. Esta alternativa es importante en países donde las porciones de tierra están limitadas y hay una competencia entre el suelo de cultivo y el suelo para generar energía a través de paneles solares.

Además de permitir el aprovechamiento de una misma porción de tierra para generar energía y producir alimentos, estos sistemas tienen varios beneficios ante el cambio climático: protegen a los cultivos de fenómenos naturales extremos, la sombra de los paneles provoca que la evaporación del agua sea más lenta ahorrando este recurso importante, y se reduce el uso de fertilizantes.

Sin embargo, el doctor Cosme subraya que el sistema instalado en Xalitzintla es una nueva tecnología que no ha sido reportada hasta el momento y no se enfoca específicamente en la agricultura fotovoltaica tradicional, ya que dichos sistemas están diseñados para producir a gran escala utilizando prácticas agrícolas convencionales o industriales, con el objetivo de aumentar la producción. En contraste, el sistema de agroecología fotovoltaica es más integral.

Relató que el proyecto comenzó hace cuatro años en un trabajo conjunto con las organizaciones antes mencionadas, donde se identificó que las parcelas de las familias campesinas tenían una fuerte dependencia de fuentes de energía costosas y fertilizantes de síntesis química, además de ser muy vulnerables al cambio climático y a las condiciones socioeconómicas y culturales.

Otro problema de tipo social es que el trabajo campesino está muy desvalorizado: “Los jóvenes no se interesan por este trabajo, hay migración y  pérdida de sus saberes y prácticas tradicionales. Es decir, la solución no era implementar un sistema basado únicamente en la producción”, abundó el científico.

Como resultado del trabajo conjunto con los campesinos, surgió el concepto de agroecología fotovoltaica para apoyar sus sistemas de producción. Aunque es importante la producción de energía y alimentos, en este proyecto no son los elementos centrales.

“Buscamos producir energía renovable para las  familias, la producción de biofertilizantes y la transformación de alimentos de manera orgánica  para fortalecer la agricultura campesina. Ello implica generar todo un proceso comunitario para preservar y fortalecer los conocimientos y prácticas agroecológicas tradicionales y los agroecosistemas locales: agrobiodiversidad, salud y fertilidad del suelo, paisaje, etc.”

El doctor Ismael Cosme añadió que también se pretende contribuir a la cohesión comunitaria, la resiliencia socioeconómica y la seguridad energética y alimentaria.

“Nuestro módulo es pequeño, y se implementó fuera de nuestro centro de investigación en un pequeño centro comunitario en Xalitzintla, con el objetivo de desarrollar la tecnología en donde se necesita. El proyecto Tonatiuh se enfoca en desarrollar tecnología para contribuir a resolver las problemáticas particulares de pequeños productores campesinos en México, quienes no cuentan con los recursos para afrontar los grandes retos como el cambio climático”, enfatizó.

El módulo inaugurado el sábado consiste en una instalación fotovoltaica debajo de la cual hay camas agroecológicas cultivadas por las propias familias, donde sus prácticas y saberes son la parte más importante del desarrollo de la tecnología.

Este sistema alimenta dos casas, un centro comunitario, una biofábrica de biofertilizantes y un modulo de transformación de alimentos con los cuales los campesinos buscan fortalecer su trabajo y servicios y, añadió el doctor Ismael Cosme, se puede adaptar para diferentes cultivos con distintos requerimientos de luz.

A futuro, las investigaciones se centrarán en estudiar cómo cultivar de manera agroecológica los alimentos bajo los paneles en diferentes condiciones y en optimizar la disposición de los paneles para evitar sombras continuas. Además, se analizarán el comportamiento de la salud y fertilidad del suelo, el desarrollo de los cultivos, los aspectos energéticos y las implicaciones sociales.

Via: https://www.inaoep.mx/noticias/?noticia=1224&anio=2024